Una consulta diagnóstica para regeneración ósea se enfoca en evaluar la calidad y cantidad de hueso disponible para determinar si un paciente necesita procedimientos de regeneración ósea, a menudo como preparación para implantes dentales u otros tratamientos. Esto incluye:

1. Evaluación de la historia clínica y dental: El odontólogo revisa el historial médico y dental del paciente para identificar cualquier condición preexistente, medicamentos o hábitos que puedan afectar la regeneración ósea.
2. Examen clínico: Se evalúan los tejidos blandos y duros en la zona donde se necesita regeneración ósea. Se verifica si hay signos de inflamación, infección o enfermedad periodontal.
3. Radiografías: Se solicitan estudios, como radiografías panorámicas o tomografías computarizadas (CBCT), para obtener una imagen detallada de los huesos maxilares y evaluar la cantidad y calidad del hueso disponible.
4. Análisis de la necesidad de regeneración ósea: Se determina si hay suficiente hueso para soportar implantes dentales u otros tratamientos. Se evalúa el tipo y la cantidad de regeneración ósea necesaria.
5. Discusión de opciones: Se discuten las diferentes técnicas de regeneración ósea disponibles, como injertos óseos, membranas y factores de crecimiento. Se explican los beneficios y riesgos de cada opción.

El objetivo principal de esta consulta es determinar si la regeneración ósea es necesaria, qué técnica es la más adecuada para el paciente y cómo lograr un resultado exitoso que permita la colocación de implantes dentales u otros tratamientos de manera segura y efectiva.

Luego de la consulta profesional el sector de administración de la clínica presupuesta el costo del tratamiento y ofrece los distintos sistemas de pago.